viernes, 13 de diciembre de 2013

Juegos de la Guerra Fría (II): Invasión U.S.A.

Los Estados Unidos no siempre han sido la potencia con vocación de gendarme mundial que es ahora,
aunque ya en franca decadencia. Durante décadas primó la llamada doctrina Monroe en la que definía su área de influencia dentro del continente americano, como han tenido la oportunidad de sufrir los amigos del sur. Sin embargo, a principios del siglo XX estalló la guerra en Europa y los estadounidenses comprendieron que el mundo de pronto había empequeñecido y sus intereses podrían estar no solo en su "patio trasero" sino en lejanos campos de batalla de continentes casi desconocidos para sus ciudadanos.

Desde su creación como estado el 4 de julio de 1776, en pocas ocasiones han sido atacados y mucho menos invadidos, siendo destacables la guerra de 1812 contra los ingleses y las escaramuzas de Pancho Villa en la frontera sur, tras el cual se enviaron a figuras míticas del ejército americano como el general Pershing, que daría nombre a un misil nuclear de alcance intermedio y el futuro general Patton. Su posición entre dos vastos océanos les hacía creer casi invulnerables a los ataques de posibles enemigos, hasta que llegó la paz en Europa tras la 2ª guerra mundial, y con ella, el terror a que el ejército rojo, con los impresionantes medios de transporte modernos, invadiera como una marea de sangre el país de costa a costa. Al fin y al cabo, los soviéticos tenían Alaska a tiro de piedra, y puntas de lanza desde donde lanzar sus ataques, como Cuba, Nicaragua, etc. Esto hizo que los estadounidenses intervinieran con más encono en la política de los países centro y sudamericanos intentando colocar gobiernos afines al de Washington y de paso se aseguraba de que ninguno de ellos amasara suficiente poder como para plantarle cara en el continente. En este contexto se desarrolla la invasión de Granada, Bahía de Cochinos, el golpe de estado de Pinochet y tantos otros.

De esta paranoia de la Guerra Fría surgió el "preparacionismo", que con la actual crisis civilizacional en la que nos encontramos, ha encontrado nuevo combustible con el que mantenerse en activo: personas que se arman hasta los dientes y se preparan para enfrentar con un gran poder de fuego, una cruenta lucha contra un hipotético invasor en sus calles residenciales. La cultura popular no podía mantenerse al margen de este miedo y películas como Amanecer Rojo (con reciente remake) o Invasión U.S.A. de Chuck Norris, mostraban dicho escenario a unos impresionables americanos que corrían a avituallarse de M16 y suministros que almacenaban en sus búnkeres familiares mientras dedicaban los fines de semana a disparar ciervos con nombres como Anatoli o Sergei.

Y como no podía ser menos, los videojuegos también se han ocupado de este tema, en títulos de diversa 
índole, aunque ha sido el género de estrategia bélica el que obviamente mejor lo ha representado. Estos son algunos de los más destacados:

Freedom Fighters: cuando Eisenhower envió los primeros consejeros militares a Vietnam del sur, lo hizo con una idea en mente, que el pequeño país asiático no cayera en manos del comunismo internacional. La teoría del dominó, que predicaba que si el bloque capitalista dejaba que un aliado cayera bajo la órbita soviética sin hacer nada, esto daría ánimos a las fuerzas subversivas de otros lugares y produciría una reacción en cadena de países que irían cayendo uno tras otro ante el totalitarismo soviético.

Es en una realidad alternativa en la que esta teoría se cumplió, en la que se desarrolla este juego de acción en tercera persona para PC, PS2, GameCube y Xbox lanzado en 2003. La Unión Soviética ganó la carrera atómica y puso fin a la 2ª guerra mundial lanzando una bomba nuclear sobre Berlín, convirtiéndose en un referente mundial y colocando regímenes amigos en todos los países del mundo, dejando totalmente aislados a los Estados Unidos.


Manejaremos a Christopher Stone, un fontanero, que junto a su hermano tiene la mala suerte de ir a hacer una reparación a casa de una conocida líder anticomunista, el día en que la URSS decide invadir Nueva York. Christopher logrará escapar pero los rusos capturarán a su hermano, lo que le llevará a iniciar una lucha contra el ocupante que le convertirá en el líder de la resistencia en la ciudad que nunca duerme, bajo el sobrenombre de "El fantasma de la libertad"; con claras reminiscencias a la guerra revolucionaria que dio forma al país, en el que son los propios ciudadanos los que cogen las armas para luchar contra la tiranía, lo cual se nota en la escasa, por no decir nula presencia del ejército americano en todo el juego (el favorito de las milicias sin ninguna duda)

El juego incluía un componente táctico pues a medida que íbamos cumpliendo objetivos, conseguíamos puntos de reputación que nos permitía llevar con nosotros a otros guerrilleros que podíamos encontrar por los escenarios y a los que podíamos dar órdenes básicas como: atacar, defender, seguirnos, etc. Como curiosidad, estaba planeada una segunda parte de este título, que finalmente no llegó a ver la luz. Se puede encontrar en Internet incluso una carátula del juego

Red Alert 2: Al final lo ha conseguido. Tras años de arduo trabajo, Albert Einstein consigue fabricar una máquina del tiempo con la que volver al pasado, liquidar a Hitler antes de que se convierta en líder del partido nazi y ahorrar al mundo el sufrimiento causado por la Segunda guerra mundial. Es así como viaja a la cárcel de Landsberg, donde Hitler ha pasado recluido los últimos meses tras el fallido Putsch de la cervecería de Munich y le dispara en cuanto sale de ella. Sin embargo este hecho acarreará imprevistas consecuencias, como cualquiera que haya visto Regreso al futuro sabrá. Sin la Alemania nazi para servir de contrapeso a la rusia comunista, Stalin lanza una invasión total contra Europa, poniendo a los aliados en jaque. Con nuestra ayuda, el premier soviético será derrotado solo para que su puesto lo ocupe un lejano descendiente del zar, cuyas ansias imperiales le llevarán a invadir los USA, comenzando por Nueva York, para esclavizar a sus habitantes con una baliza psíquica, lo que nos llevará a luchar, entre otros, en lugares como Washington D.C. o Hawaii.


Quién lo iba a decir ¿verdad?

¿Quién no conoce la saga Command and Conquer y su spin off Red Alert? Juego para PC de la mítica compañía Westwood, nos encontramos ante un RTS de la vieja escuela, en el que gana el que más unidades amase y lance contra la base enemiga. Divertido, rápido e ideal para jugar contra unos colegas.

World in conflict: título de Massive Entertainment, publicado por Sierra en 2007 para PC y X360
comienza con la invasión de Berlín en 1989 atravesando el muro los soviéticos, que piensan evitar el colapso económico del estado, con la guerra. Estando desarrollados la mayor parte de los juegos en los USA es normal que estos tengan lugar en dicho país, aunque el escenario europeo era mucho más realista. De todas formas se tenia por seguro que el viejo continente caería bajo las garras comunistas en cuestión de semanas, degenerando el conflicto en una guerra nuclear. La doctrina de la OTAN establecía que era imposible parar a la divisiones acorazadas soviéticas. Nunca se sabrá si dichos informes eran exagerados con el objetivo de que el complejo militar-industrial consiguiera más contratos para fabricar armas, pero el caso es que los rusos tenían muchos tanques y la resistencia de los aliados era paupérrima en comparación. Se decía que en cuanto cruzaran el Rin, el uso de las armas nucleares sería inevitable, aunque tampoco sabremos si se hubiera llegado a ese extremo o si era simple propaganda disuasoria. En caso de no apretar el botón, se recurriría a una defensa numantina en la península ibérica, que sería la base de operaciones desde la que lanzar una contraofensiva que devolviera la libertad a los territorios ocupados.

De todas formas, pese a este comienzo, WIC tiene lugar en la costa oeste de los USA. Desde Seattle, y camuflados en inocentes contenedores de carga en barcos de transporte, las fuerzas soviéticas lanzan una 
invasión a gran escala, aprovechando que el grueso de las unidades americanas está en el continente europeo.

Nos encontramos ante un juego de estrategia en tiempo real (RTS) en el que en cada escenario que se nos plantee tendremos un número determinado de unidades con el que cumplir distintos objetivos. Nada de conseguir recursos para construir más efectivos, aunque en determinados momentos podremos conseguir tanto refuerzos, como apoyo de la artillería y de la aviación.

Con unos gráficos más que decentes y optimizado para correr en equipos antiguos con una calidad aceptable, es un juego más que recomendable para los amantes de la táctica, pues también deberemos hacer un buen uso del terreno si no queremos acabar hechos fostatina a las primeras de cambio.

Dos años después se lanzó la expansión Soviet Assault, con seis nuevas misiones en las que controlaremos al bando soviético en su lucha por el control de los USA y que unido al juego original, nos ofrece una visión más cinematográfica de una historia más emotiva de lo que uno podría pensar viniendo de un juego de guerra.

Dejando de lado el escenario de la Guerra Fría, hay que hacer mención a distintos títulos en los que se planteaba también la invasión del territorio americano. Como por ejemplo Homefront, de Kaos Studios para PC, PS3 y X360 en el que el enemigo ruso se cambia por el más actual norcoreano, que tras una serie de catastróficas desdichas se convierte en una potencia regional en Asia (total, por fantasear...) Una alternativa algo más realista se nos ofrece en Turning Point: Fall of liberty, en el que tras la muerte de Churchill a principios de los años 30, los nazis se hacen con el control de Europa y ponen sus ojos en los Estados Unidos. Si en Freedom Fighters manejábamos a un fontanero, en esta ocasión el protagonista es un obrero de la construcción. ¿Casualidad?. Dicen que es un FPS tan malo que no merece la pena hablar más de él. Y por supuesto, no se puede dejar de hablar de la saga Modern Warfare, donde los rusos intentan, una vez más, hacerse con la costa este de su archienemigo, por un quítame allá esas pajas.

Todos los juegos, como hemos visto, se basan en escenarios inventados, unos más realistas que otros. No hay ninguno que tome determinados puntos de la historia pasada para a partir de ahí tejer una historia. Y esto es así porque durante la Guerra Fría una invasión tanto de los USA como de la URSS era imposible. Empezando por la logística de una invasión de esa escala seria imposible de ocultar. Tanto uno como otro tenían un complejo sistema de radares y satélites que habría detectado cualquier aeronave sospechosa o barcos que zarparan con rumbo a sus fronteras; hay cosas que no se pueden ocultar. Por ejemplo en El juego de Ender, uno de los personajes detectaba que la facción soviética se estaba preparando para la guerra por el cambio en los horarios de los trenes con el fin de reacomodar los convoys de tropas.

Por desgracia, la única forma en que ambos colosos se hubieran podido enfrentar de forma directa hubiera sido con un intercambio de misiles nucleares. Por suerte, nunca tuvimos que vivirlo.

2 comentarios:

  1. el mejor juego para pc que he jugado tiene de todo

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  2. Ya no se hacen juegos con tanta personalidad. Ni, si me apuras, de dicho género.
    Gracias por la visita!!

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