El culpable de que haya dejado de pasar las noches haciendo zapping en busca de porno no ha sido una novia solícita ni un brazo roto, sino el deporte de los reyes, los agentes secretos y los playboys: El Póker.
Una noche especialmente aburrida apareció en la pantalla de mi televisor la final del campeonato del mundo de Texas Hold´em que se celebraba en Las Vegas y no pude despegar los ojos de ella. Supongo que la posibilidad de ganar una millonada a un juego en apariencia tan sencillo, fue lo que me atrajo. Porque en sí, las reglas del póker son muy simples. Para una partida de Dragones y Mazmorras hay que tener un título de ingeniero, para el póker no te hace falta saber ni leer, pero eso no significa que no puedas ser desplumado por un paleto de pueblo, pues lo más seguro es que así sea.
Ahí estaba yo, con una afición naciendo en mi interior y ganas de probar, pero... otra característica del póker es que tienes que arriesgar dinero, dinero que no tengo y en caso de tenerlo, no me gustaría perder, así que busqué por la red algún juego con el que practicar durante algunos años antes de poder hacer saltar la banca en el casino de Torrequebrada.
Encontré el juego ideal para principiantes: Governor of Poker. Un divertido juego de Texas Hold´em, en versión flash y descargable, en el que nuestro objetivo será convertirnos en gobernador de Texas mediante la compra de inmuebles en las ciudades del estado, que pagaremos con las ganancias de los campeonatos de cartas que ganemos.
Lo único que puedo achacarle es la lentitud en las partidas y la escasez de una banda sonora ambiental que diera algo de vida al juego. En cualquier caso, se lo recomiendo a todo el mundo que quiera adentrarse en esta noble práctica, que hasta los perros disfrutan.
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