
Normalmente, cuando uno hace una reseña en un blog, lo hace para recomendar algo que le ha gustado o que cree, puede ser útil para alguien más, pues bien, esta entrada es todo lo contrario.
El mayor inconveniente de las herramientas que hemos visto y veremos para crear nuestros juegos, es su falta de flexibilidad y control para crear exactamente lo que queremos. Pues bien, la flexibilidad de The 3D Gamemaker es comparable a la de un jubilado reumático en silla de ruedas.
El funcionamiento es sencillo: elegimos el tipo de juego, y en función de esto, tendremos a nuestra disposición los diferentes escenarios, enemigos, armas, munición, etc, que podremos seleccionar entre una pobre librería de modelos (aunque se pueden importar modelos propios). Y ya está, ejecutamos nuestro juego y listo. Que nadie espere complejos (ni sencillos) puzzles o conversaciones con personajes no jugables. Todos los juegos se limitan a avanzar hasta llegar al final del nivel y opcionalmente de disparar.
Para más inri, ¡¡¡es de pago!!! y no especialmente barato para lo que ofrece. Ideal para aquellos hermanos pequeños a los que les da un día por querer hacer un juego, sin tener idea de nada.
Sí, lo se.
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