Doom 3

Mediados de los 90, en una oscura clase repleta de ordenadores, intentaba dibujar un calibre pie de rey con el Paint de Windows y mucha imaginacion, cuando el profesor, enfrascado en su propio monitor lanzó un lamento de frustración que me sobresaltó, arruinando mi dibujo por completo. Un par de alumnos, los menos aplicados, se levantaron de sus puestos para averiguar la causa del exabrupto. Como no podía ser menos, les seguí.

Cual no fue mi sorpresa al ver en la pantalla el nivel 1 de Doom, un juego que conocía por las Micromanía que adquiría religiosamente cada mes. El profesor había sido eliminado por un "imp" que le había salido al paso sin previo aviso. "Es que es muy difícil" se justificó mientras hacía el amago de salir del juego. Por suerte para él, yo conocía algunos trucos que le harían la vida algo más fácil. ¿Cómo es que me sabía unos trucos para un juego que no tenía? Bueno, siempre he sido muy raro. Huelga decir que aprobé con sobresaliente la asignatura pese a que mi calibre pie de rey, se asemejaba más al pie de Urdangarín. La mafia educativa, ya sabéis... 

No mucho tiempo después me pude hacer con una versión shareware del juego. No estaba completo pero fue suficiente como para no desear jugar más. A día de hoy me resuelta difícil retrotraerme a aquella época, pero no logro comprender por qué tuvo tanto éxito. Si acaso por la sensación tridimensional que el jugador experimentaba con sus 2.5D (las alturas no "existían", uno podía disparar a un muro sobre el que se erguía un enemigo y este moría) El mismo creador, John Carmack, decía que la historia del juego tenía la misma importancia que la de una película porno, así que tampoco podía ser eso, teniendo en cuenta que esta se narraba con apenas unas lineas en inglés perdidas entre una ensalada de tiros, explosiones y demonios.

El caso es que se vendió como rosquillas, lo cual conllevó a que se programara una secuela, de la que he oído decir que la incorporación de la escopeta de dos cañones la salvo de ser un shooter del montón. Quizás por eso, pese a haber sido portado a innumerables sistemas de entretenimiento, la tercera parte se hizo de rogar y no fue hasta 2004 que salió a la luz.

Doom 3 es un remake del primer título de la saga en cuanto a historia. Un marine llega de refuerzo a las instalaciones de la compañía UAC en Marte, donde tienen lugar distintas investigaciones, entre ellas el estudio de las ruinas de una antigua civilización alienígena. Nada más llegar, como quien dice, se desata un infierno en la base y el resto, es historia... 

Técnicamente, el juego destaca por correr en casi cualquier máquina moderna y además puede ser disfrutado con buenos efectos gráficos incluso en resoluciones bajas, aunque en gran parte es debido a que nos moveremos por estrechos pasillos cuya distancia de visionado es corta, estando estos además a oscuras en gran parte, una oscuridad que bien podría decirse, es un personaje más del juego. En todo momento deberemos ir alumbrando cualquier laguna de oscuridad que se nos ponga por delante si no queremos que un cacodemon nos sorprenda, cosa que ocurrirá con frecuencia. Todo ello crea una atmósfera de terror que, al menos a mi, me ha hecho dar un bote en la silla en más de una ocasión, algo que solo me ha hecho sentir el Alone in the dark original. La inmersión es total y las decenas de PDA´s del personal de la base, desperdigadas por las distintas salas nos ayudan a sumergirnos más en una historia potenciada respecto a anteriores versiones.

El juego también dispone de un modo multijugador, pero en comparación con los grandes del género (COD y Battlefield) queda un poco ridículo, teniendo en cuenta sobre todo que solo permite a cuatro jugadores simultáneos.