1. Do it yourself: hacerlo yo todo vaya. Mis dotes como dibujante son superadas por niños de tres años en adelante y las de músico por los de nueve. Así que en principio descarté esta opción.
2. Buscar recursos libres de derechos de autor. Seamos sinceros, cuando la gente hace algo, espera algo a cambio, aunque sea reconocimiento. Cuanto más complejo es lo que hace, más quiere que se le pague en metálico y se dejen las alabanzas para la misa de a 10. Por ello, la cantidad de material decente para usar sin que te demanden, es muy reducida. Otro lugar del que no podria depender...
3. Ese acto mal entendido que es robar propiedad intelectual: con mi juego, no pretendia ganar dinero (ojala) asi que mi conciencia se vió libre de tomar prestadas imagenes y música de todo aquel que encontrara en la web. Intenté pedir permiso, pero ¿y si me lo denegaban? Además, ¿habeis probado a pedirle permiso a un japonés? bueno yo tampoco. Los autores sabrán perdonarme. Mi consejo es que si quereis publicar vuestro juego para el gran público y no deseais problemas legales, paseis de esta opción y dediqueis más tiempo a crear vuestros propios gráficos y melodias.
En mi caso, la variedad de la historia y lo descabellado de sus requerimiento gráficos y sonoros, me obligaron a alternar las tres opciones en determinados momentos del proyecto, para no eternizarlo.
En la columna de la derecha, podreis encontrar una amplia lista de sitios donde empezar a buscar todo tipo de material.
Sólo no puedes, con el artwork de Ryu, sí.
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